le preguntaba al inspector que cual era mi numero -(yo habia pasado años sin recordar las escaleras ni los patios, imposible recordar un numero)-
me dijo "tanto tanto", y entonces parto a comer.
llego arriba. hay puré de papas con una jalea roja encima.
esto es un crimen -pensé-.
estabas sentada en el extremo de la mesa, al final.
me siento cerca tuyo y trato de hablarte algo.
creia que mis palabras no te tocarian, que no te importarian.
pero no!
tambien me hablaste, con la sonrisa que siempre disparó mis ansias.
te conté que he visto por ahi a los cabros. que intenté escribir la historia de Efraín Golgota
que tambien me he distraido. tu escuchabas
tomando atención (al menos eso creo yo)
como si las historias que te contaba fueran predicciones.
o como si me estuvieran leyendo la suerte.
en fin. tu reias y escuchabas.
(pd: despierto y quiero morir.)
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