Huesos



La ausencia como agua negra olvidada
sopla la luz en mis huesos famosos
también olvidados por tus noches
no estrelladas y mi boca cerrada con hilos
es asaltada por tantas palabras raras
astutas e indiferentes ante el beber
neurálgico pero monótono del miedo
con un mantel sucio tendido sobre su alma
y un florero de flores secas y amarillentas
que piden auxilio a la sangre viajera
de nuestras venas pues casi susurrando
el instinto de tomarnos de las manos
se dibuja a travez del primer astro muerto
que se zafó de la bóveda lejana
millonaria de deseos de aguardiente
como si no existieran crimenes ni huellas
por que nosotros escapamos en silencio
cuando todos estaban ciegos de soles
y derramamos los azules en un mar
de besos cuando nos soltamos las manos
con la certeza de volver a encontrarnos
al otro lado de las frías calles
cruzando la niebla del invierno.

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