El caminito marcado, el pedregado, donde me llaman
y yo sé cual es la voz doliente, azulada, sucia
no la sonrisa que trae el viento entre aguacero
valiente y clara, y pregunta con sed traicionera
donde iremos a parar
En sus cuerdas el gran murmullo de guitarra
malambo y carga de tola, canta que canta coplas y soplos
su voz trémula y manchada mientras muere el día
pero no digas eso, sueño lejano, sé una piedra
vidala silenciosa, ajena
besa el horizonte mi caminito, honda nostalgia
besa las penas el viento, y se van con la niebla
no tenemos flores al costado del camino, y yo me voy
clareando las sombras, anochezco, las sombras son mías
y las flores son tuyas
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