Bebo mi dosis de palabras que has traído
tiñendo las paredes del color de tu voz
olvido lo que abarcan unos 1800 kilómetros
pongo mi lampara mirando hacia el techo
converso en silencio con mi sombra
te recuerdo como la sed de las flores
como la necesidad de crear
río como un niño con su remolino
y escribo las mariposas en tu nombre
El techo me repite que ya vendrás
y dibuja en una esquina un lirio traidor
Hace frío sin ti
y creo que sigo vivo...
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