Lejos 

I

Que se puede hacer contra eso?
contra la forma de la nada
y las distancias enormes de los terruños?
Olvídalo querida soñadora
olvídalo como se olvida
respirar a momentos
porque quiero que seas mía
y que a mis aullidos respondas
como los vástagos al sol
a los planetas
y las lunas de aquellos
-porsiacaso-
pero estamos lejos
desde hace días, horas
(cuento los meses, no los segundos)
mas de un siglo sin vernos!
Sin música juntos por la tarde
sin noches de verano ni luces en el cielo
Lejos como los pájaros negros de los parques
que vuelan como cohetes negros y azulados
lejos como los años en que tocaba Duke Ellington
y John Coltrane juntos
y “Angélica”, ay!. Yo bailaría “Angélica”, pegado
-contigo, Chinita, quiero decir, no con ella-
y otro bolero que una vez te comenté
pero estamos lejos
tan lejos para estar enamorados
para bailar
para escribirte
para llevarte un pájaro negro y con él cantarte
para que seas mía…
lejos estamos
para que se pueda hacer algo contra eso.


II

Y ya sé que exagero las distancias recorridas
pero las equivalencias no tienen lugar
ni cabida en los corazones irracionales
Es decir, mírame…
míranos
dirán que no somos viajeros en el tiempo
que no podremos revolvernos hasta que no quede nada
dirán que por mas que estemos seguros
de conocernos desde todo el tiempo
desde otro lugar
otra vida
otra dimensión
los milímetros o kilómetros
que nos separen
de mirarnos fijamente
y quietos como hojas
serán para nosotros lo mismo
que esperar bajo el alero de los árboles
un montón de años
casi tanto como los que existen
entre una vida y otra.


III

Lejos
tan lejos
como para
que entiendas
lo triste que estoy.








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