A veces soy
la paráfrasis sencilla
la
que soltó
-antes
que se piteara-
Ángel Escobar
el
poeta que vivió
compartido
con un desterrado
paseando
por Cuba y la noche
y
tomando cerveza postmoderna
con
intelectuales pordioseros
en
el barrio Bellavista
y
el cangrejo que come sus vísceras
mientras
lo atan a un madero
cuando
la marea sube
y
pudre la flor en el instante
del
frío y la guadaña
y
el gollete obnubilado
cortando
esposas masculladas
y
las pocas pepitas que gritan juntas
fuego!
fuego! fuego!
y
el que brota como un cuchillo
solo
soy un mono trágico
que
por lo menos esta vez
nada
tendría que ver
con
la gramática
se suicidó el 14 de Febrero del 97 en La Habana)
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