Los amantes momentáneos coquetean, ríen, se abrazan
se besan, corren como niños eufóricos
toman vino traspasado de una boca a otra
Yo fui un amante de esos, desenfrenado y loco
y mi amante amarilla de ojos rasgados
hallo otro amante en un paradero de micro
Los amantes hablan, se miran entre parpados risueños
comen mantequilla de maní, se chupan los dedos
Los amantes momentáneos, cuando lleguen a sus casas
tendrán comidas, alegatos, hermanos y mascotas
que les preguntarán con voces intranquilas
Como estuvo tu noche? Estás bien?
Yo llego a mi casa y la imagen de los amantes
con sus pies enrredados es mi compañera nocturna
Nadie tiene interés por saber sobre mi noche
no tengo hermanos ni mascotas cerca
“Tenís mucho frío?” (Pregunta con voz segura)
y la lágrima cae calientita abrigando mi mejilla
No es la primera vez que los amantes
se encuentran en ese paradero, no es la primera vez
-quiero decir- que los observo y pasa el viento
desde atrás, doblando por la callejuela
Y ahora los amantes momentáneos se sientan y se abrazan
para hacerse pequeñitos, se envuelven en sus chalecos
en un intento desesperado por camuflarse en la noche.




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